domingo, 18 de noviembre de 2007

Ya cáaaallate, cáaallate que me desespeeerás!

"Si uno no tiene la mente abierta, también debe cerrar la boca." (Sue Grafton)

Cuando el Chavo del 8 se ponía necio, repetitivo, equivocado, terco y testarudo, todos a su alrededor se hartaban y querían callarlo. Pero uno de ellos, Kiko, le hacía saber lo atorrante que podía volverse (para el bien de todos los demás que ya no lo soportoban).

El Chavo insistía e insistía hasta que Kiko reventaba y le decía: "Ya cáaaallate, cáaallate, cáaallate que me desespeeerás!", a lo que el Chavo contestaba, avergonzado: "es que no me tienen paciencia".

Esta escena, que hace algunos años era únicamente un libreto dirigido a hacernos reír, se repitió el 10 de noviembre en una Cumbre de Presidentes en Chile, en la que el Rey Juan Carlos tuvo que hacer el papel de Kiko para callar al Chávez, para la felicidad del resto de asistentes. Cuando el conocidamente necio presidente venezolano comenzó a interrumpir e insistir y repetir sus patrañas y tonterías, el monarca español le pregunto: ¿Por qué no te callas?

Entonces cabe preguntarse: ¿es que no le tienen paciencia? Analicémoslo brevemente. El Chávez ha despotricado contra los valores de occidente, contra jefes de estado de otros países, contra candidatos de países sudamericanos, en una clara política intervencionista, y contra todo aquel que se oponga a su plan de convertir a Venezuela (y Sudamérica) en su feudo de pobreza y subdesarrollo.

No, a Chávez lo hemos aguantado bastante. Suficiente paciencia se le tuvo. Gracias a Dios apareció alguien que al fin lo callara. Pero eso no basta. Ya es hora de que nos comencemos a dar cuenta que el circo, la comedia y las payasadas están bien para un programa humorístico y no cuando se trata de destruir la vida, libertad y futuro de millones de personas.

Hoy el episodio de la Cumbre ha inundado los portales de internet, y ya existen versiones cómicas, canciones y todo tipo de formas entretenidas de ver una representación del Show del Chávez del 8. Por el bien de la región esperemos que logremos distinguir a los payasos (si, son varios y cada día se multiplican más estos revolucionarios revoltosos) de los gobernantes serios.

Hasta ese entonces tocará seguir callando a los insoportablemente necios. Chávez, Correa, Morales, Ortega, Kirschner... ¿Por qué no se callan?